La última aportación de Zapatero al mundo mundial ha sido afirmar en la cumbre de Copenhague que “La tierra no pertenece a nadie, salvo al viento”.
Tal afirmación es muy similar a la que dicen que dio el jefe Seattle, de la tribu Suwamish, al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, en 1854, cuando este último quiso comprar sus tierras. De hecho, conociendo a Zapatero, me inclino a pensar que dicha carta es su principal fuente de inspiración, si bien tampoco sería descartable la idea más simple que tiene de que lo que es público no es de nadie, tal como dijo en su día la ministra Calvo.
Ya sabíamos que Zapatero es un rojo; es así como se ha autodefinido en varios momentos y lugares, en contraposición al resto de personas que no comparten sus ideas, que serían nacionales, azules o vaya usted a saber qué. Acabamos de descubrir que aparte de rojo se siente también como un auténtico piel roja frente al malvado hombre blanco que destruye la naturaleza, que quiere poseer la frescura del viento y el fulgor del agua, tal como decía Seattle.
Después de todo lo visto y oído, ahora ya no nos puede caber ninguna duda de que Zapatero, el rojo, el piel roja, además del ridículo, está haciendo el indio.
Francisco Javier Domínguez García
Vicesecretario de Organización del PPC de Girona
Tal afirmación es muy similar a la que dicen que dio el jefe Seattle, de la tribu Suwamish, al presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, en 1854, cuando este último quiso comprar sus tierras. De hecho, conociendo a Zapatero, me inclino a pensar que dicha carta es su principal fuente de inspiración, si bien tampoco sería descartable la idea más simple que tiene de que lo que es público no es de nadie, tal como dijo en su día la ministra Calvo.
Ya sabíamos que Zapatero es un rojo; es así como se ha autodefinido en varios momentos y lugares, en contraposición al resto de personas que no comparten sus ideas, que serían nacionales, azules o vaya usted a saber qué. Acabamos de descubrir que aparte de rojo se siente también como un auténtico piel roja frente al malvado hombre blanco que destruye la naturaleza, que quiere poseer la frescura del viento y el fulgor del agua, tal como decía Seattle.
Después de todo lo visto y oído, ahora ya no nos puede caber ninguna duda de que Zapatero, el rojo, el piel roja, además del ridículo, está haciendo el indio.
Francisco Javier Domínguez García
Vicesecretario de Organización del PPC de Girona
1 comentaris:
Mi reacción tanto al escuchar al susodicho señor, como al leer esta opinión, ha sido reir hasta las lagrimas.....
Después solo me han quedado las lagrimas. Por mi, por mi familia, mis amigos, mi pais, por Copenhague, por la Tierra y hasta por el viento.
Publica un comentari a l'entrada